El necesario cambio de la profesión docente en el contexto actual
Diario de la Educación del 3/10/2016.
http://eldiariodelaeducacion.com/2016/10/03/necesario-cambio-la-profesion-docente-contexto-actual/
Carmen Rodríguez - Francisco Imbernón
Durante las últimas décadas se han construido discursos sobre las finalidades de la educación unidas al bienestar laboral y al fortalecimiento socio-económico de los países. Ello ha ocasionado una demanda de un marco profesional docente adaptado y postrado a una sociedad competitiva y consumista, donde el coste-beneficio y la ideología individualista están por encima de otras finalidades. La información y la formación son una mercancía preparada para consumir y los conocimientos sirven para la acreditación y la meritocracia.
En este sentido se hacen propuestas en torno a la profesión docente basadas en el control de las evaluaciones, incentivos profesionales, currículos estandarizados y modelos de gestión tecnocráticos. Se vuelve a un profesional que sea mero ejecutor de las directrices emanadas de las administraciones y transmisor de conocimientos, con una escasa profesionalidad y poco poder de decisión en educación.
Los propios informes de la Unión Europa y de la OCDE reiteran que “si los alumnos no tienen buenos resultados es porque el profesorado no está bien preparado”, o sea, bien formado, desplazando la responsabilidad de los contextos sociales y económicos, de la procedencia del alumnado y de las propias políticas educativas. Convierten con ello a la formación del profesorado en un incentivo para la carrera docente y la unen a la evaluación y al desempeño del alumnado, responsabilizando indebidamente al profesorado de los resultados del sistema educativo y de la desigualdad social.
La profesión docente está siendo orientada hacia la reducción de la formación permanente, la discrecionalidad en la forma de contratación del profesorado y en una gestión gerencialista, como propone la LOMCE y el estatuto docente del Partido Popular, y todo ello supone una precarización del profesorado en las relaciones con su trabajo que no aseguran los mismos derechos ni garantías, no solo en cuanto a la estabilidad, sino a la falta de autonomía, pues refuerza las relaciones jerárquicas y abre un espacio a la arbitrariedad en el acceso a la profesión docente.
La autonomía en educación, siempre se ha reivindicado como potenciadora de la innovación educativa y de la libertad para tomar decisiones sobre la gestión de la escuela y una de las claves para que se produzca cambio educativo. Las políticas neoconservadoras ponen grilletes al ejercicio de la autonomía proletarizando y
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